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San Luis | El miedo de no poder decir adiós: “Ella espera por mí, ojalá Dios me dé la oportunidad de poder juntarnos en un abrazo infinito”

Susana Ávila vive en la localidad Chaján en Córdoba y desde hace siete meses que pide que la dejen ingresar a San Luis para ver a su madre de 89 años que hoy se encuentra internada en estado crítico por ser positiva en coronavirus.

Susana Ávila junto a su madre.
Actualizada: 22/10/2020 22:13
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“Mi mamá tiene demencia senil, Alzheimer, fisura de cadera y actualmente está internada por neumonía y aislada por ser paciente positivo en Covid-19 en el Hospital Regional de Villa Mercedes. Necesito estar con ella. Esta pandemia, que parece estado de sitio y no una emergencia sanitaria, me han quitado siete meses de compartir con ella y ayudarla a que me tenga en su memoria”, expresó Susana Ávila en diálogo con El Chorrillero.

Esta es una de las tantas consecuencias de la pandemia y de las medidas del Comité de Crisis de San Luis, el cual niega el ingreso a los familiares de personas que se encuentran en estado critico. Otra caso donde la salud no da tiempo para realizar trámites burocráticos.

“Necesito que mis hermanos puedan verla y ayudarla en este momento. Su pronóstico no es alentador, ayer no permitió que las enfermeras la asistieran. Necesito que se cumpla el derecho a la asistencia, el derecho a acompañarla en este momento”, solicitó Ávila.

Ávila vive en la localidad de Chaján de Córdoba y su madre en Justo Daract, desde que comenzó la cuarentena ha presentado repetidas veces la solicitud para poder ingresar a San Luis pero las respuestas hasta el momento han sido todas negativas.

La desesperación aumentó cuando el viernes por la noche trasladaron e internaron a su madre, en el Policlínico de Villa Mercedes a causa de una neumonía. Este lunes, la hisoparon y dio positivo para coronavirus.

“Cuando yo llame me dijeron que se encontraba estable pero con un pronóstico poco alentador y le pregunté qué posibilidad había de que mi mamá saliera de está y me explicaron que había que esperar el día a día”, se lamentó Ávila entre lágrimas.

Por tal motivo, le pide al Gobierno de la provincia que le permita ingresar y que le otorgue un permiso a sus hermanos para que atiendan personalmente a su madre que no permite que el personal de la salud la asista.

“No ha querido comer, no ha orinado, no se ha dejado poner la sonda, se saca el suero y el oxígeno, no está colaborando porque desconoce todo”, aseguró Ávila.

Con un pronóstico poco consolador, la mujer espera en estos días recibir una respuesta y poder estar junto a su mamá: “Ella espera por mí, ojalá Dios me dé la oportunidad de poder juntarnos en un abrazo infinito”.

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